¿Cómo pedir ayuda? - Eki - asesoría
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¿Cómo pedir ayuda?

Muchas veces sabemos que necesitamos algo y no sabemos cómo pedir ayuda. Son esas situaciones y momentos en que sentimos que algo no va bien, pero no se puede identificar claramente qué ocurre. Es una sensación, una intuición, algo que se puede evitar fácilmente en el día a día, pero que en el fondo sabemos que está ahí, aunque no le queramos hacer caso.

Vamos a aplicar esta situación a una empresa, un pequeño negocio, tal vez como el tuyo.

Estás en un momento en que sabes que algo tiene que cambiar, hay que decidirse a crecer tal vez o hay que tomar una decisión importante respecto a la clientela, a los servicios que se prestan o al personal que tienes contratado. Pero se evita esta reflexión porque supone tiempo, parar y decidir y no se sabe qué caja de Pandora se va a abrir y da miedo el cambio, claro que sí. Es lo normal.

Desde Eki te puedo ayudar con un plan de acción. Te escucho para entender en qué situación te encuentras y te ayudo a que tomes una decisión ¿cuál? la que tú decidas tomar, por supuesto.

Cómo pedir ayuda con Comunicación No Violenta

Y una herramienta que es de mucha utilidad es la que nos propone la Comunicación No Violenta, que aprendí con Pilar De la Torre, psicóloga experta y una de las primeras certificadas por el Instituto de CNV en España, que la aprendió directamente de Marshall Rosemberg, su «inventor».

La técnica es sencilla y muy poderosa. He tenido ocasión de usarla en muchos momentos de mi vida y siempre ha sido de gran utilidad.

  • Fase 1: OBSERVACIÓN: Lo primero es darse cuenta de que hay un problema, hay que sacar la cabeza de la tierra y mirar alrededor. Probablemente no nos guste qué vemos pero eso es precisamente lo que debemos arreglar y como le escuché decir a un gran sabio moderno: «Si no cambias por las buenas, será por las penas» (Fidel Delgado). Así que una vez hemos detectado que algo no va bien, no tenemos más remedio que ponernos en marcha para solucionarlo. Hay que buscar la objetividad, verlo todo desde una posición diferente de la propia, lo que en PNL se llama «la tercera posición».
  • Fase 2: SENTIMIENTO: Y ¿cuáles son tus sentimientos sobre ello? Hay que pararse a sentir porque el cuerpo nos va a dar una información preciosa sobre el problema. Cuando pueda identificar el sentimiento podré pasar a la tercera fase.
  • Fase 3: NECESIDAD: Ahora ya podemos empezar a buscar qué vamos a necesitar para liberar ese sentimiento. Hay muchas necesidades de las que podemos ni ser conscientes, por eso es importante aumentar el vocabulario de las necesidades. Eso enseña la Comunicación No Violenta también, a identificar las necesidades que tenemos y a ponerles nombre.
  • Fase 4: PETICIÓN: ¡Claro! Hay que salir ahí fuera, una vez que sabemos cómo nos sentimos y qué necesitamos hay que ir a buscarlo y para ello hay que pedir: con claridad, asertividad, cortesía, cariño, pero pedir lo que necesitamos.

Un ejemplo de cómo pedir ayuda.

Vamos a poner un ejemplo muy sencillo y habitual de este esquema. Una empresaria en una empresa de servicios informáticos tiene conflictos uno de sus empleados: es bueno en su trabajo de programador, pero es demasiado independiente, no se involucra con el resto de la plantilla, es impuntual y a veces no tiene buenas maneras con la clientela. La empresaria sabe que tiene que solucionar este tema, pero no quiere «mover el avispero». Es un asunto que no le «apetece» encarar pero ve que entorpece el día a día de la empresa tanto con el resto del equipo como con la clientela.

Me pide consejo, lo que ya es un punto de partida. Comienza a moverse para solucionar el problema y concluimos que una posible solución es hablar con el empleado según el esquema de la CNV. Busca un momento de tranquilidad para hablar con él y sigue las cuatro fases:

Las cuatro fases de la Comunicación No Violenta.

OBSERVACIÓN: Le dice a su empleado: «Cuando veo que llegas tarde como esta mañana media hora, que respondes con malas formas a tus compañeros como ayer cuando te pidieron ayuda y dijiste «…» , que cuando el cliente X te preguntó Z y le contestaste Y…»

Ha de ser todo concreto y sin juicio: hay que decir lo que ha pasado de forma objetiva y hablando de las acciones no de la persona.

SENTIMIENTO: Continúa la empresaria: «Me siento angustiada porque siento que no es esta la forma en que yo quiero que funcione este negocio. Quiero que seamos un equipo entre nosotros y que seamos un referente para la clientela de ayuda y profesionalidad.»

NECESIDAD: «Necesito que cambies tu actitud hacia la forma de trabajar tanto dentro como fuera de la empresa»

PETICIÓN: Esta hay que prepararla muy bien, hay que tener muy claro qué es lo que queremos que haga, No vale con decir, «sé mejor», eso no significa nada, porque cada uno tiene una visión de lo que es bueno. Hay que pedir exactamente lo que queremos en este momento, por ejemplo: «Quiero que a partir de ahora llegues a tu hora y salgas también cuando te corresponde. Quiero que ante una petición de ayuda de una compañera o compañero le contestes siempre. Todos somos parte de esta empresa te pido que ante los clientes tengas una actitud de total disposición y respondas sus correos y llamadas con cortesía y amabilidad. Y al día siguiente les preguntes si ya tienen su problema solucionado o si necesitan algo más.»

¿Qué puedo esperar?

Esto no significa que este programador cambie de la noche a la mañana y se convierta en el alma de la empresa, pero sí tiene unas pautas claras de lo que tiene que hacer y cómo comportarse, por lo menos en el trabajo. Y se ha hecho con amabilidad a su persona, sin descalificar, protegiendo la relación personal y con asertividad, pidiendo exactamente lo que queremos.

Es un método estupendo para aplicarlo en todos los problemas de cada día, te invito a probarlo y es un muy útil para aprender a cómo pedir ayuda.



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