08 Sep Cómo ser un buen líder
Aprender a trabajar en equipo es importante. Pero lo más complicado es ser un buen líder de equipo. Para que un equipo funcione, debe haber una persona que lo lidere con inteligencia. Y ésta ha de ser, sobre todo, inteligencia emocional.
¿Cómo se consigue ser un buen líder?
Ante todo, se debe examinar que la persona líder sea emocionalmente inteligente, o sea, que se haya formado en las competencias que hacen que una persona se desenvuelva bien emocionalmente. Estas se pueden resumir en cinco competencias (si atendemos a la tesis del Dr. Goleman) que son: Autoconocimiento, Autocontrol, Automotivación, Empatia y Habilidad Social.
Esto es necesario para todo el mundo, para manejarse en la vida. Pero el líder emocional tiene que tener un plus, necesita más herramientas para poder llevar un equipo a su meta, ya que los demás dependen de su buen hacer.
Te propongo tener en cuenta las cinco Cs para dar cohesión y fuerza a un equipo del que seas líder y así aprender a cómo ser un buen líder. . Estas son:
Habilidades de un buen líder:
– COMPLEMENTARIEDAD
Un equipo exitoso es el que está formado por personas con diferentes habillidades y competencias. Cada una es especialista en un campo y se hace responsable de este dentro del equipo. Un líder tiene que observar a su equipo, descubrir cuáles son estas capacidades, a veces ocultas, ponerlas en valor y cohesionar el equipo dando a cada cual la responsabilidad que mejor le corresponde.
– COORDINACIÓN ENFOCADA A LA META
Entre las funciones del líder debe estar crear un calendario de cumplimiento y realizar un seguimiento de los logros y las necesidades de cada uno de los miembros del equipo.
También procurar consensos entre los integrantes del grupo y tomar decisiones, pero no de manera unilateral sino contando con las diferentes opiniones.
Asimismo, el líder no debe perder de vista el objetivo fundamental, es decir, lograr la meta.
– COMUNICACIÓN
Es la responsabilidad del lider del equipo el propiciar que la comunicación entre las personas integrantes del equipo fluya correctamente. Tanto en sentido horizontal, entre cada una de ellas y los departamentos en que se haya subdividido, como en sentido “vertical”, entre ellos y el propio lider. Para ello se debe trabajar de forma proactiva, procurando que se realicen encuentros de traspaso de información, donde se ponga en común la que tiene cada parte del grupo y se permita la expresión libre, para que no se coarte un traspaso de información que puede ser valioso.
Es trabajo del líder conseguir este punto de encuentro y tomar las medidas necesarias para que sea de forma respetuosa, permisiva y se dé espacio a todos los integrantes, no dejando hablar siempre a los mismos y no escuchar a los que no son tan proclives a participar.
– CONFIANZA
Cada persona del equipo debe confiar en el buen hacer del resto de sus compañeros. Esta confianza lleva cierto tiempo para lograrla, es importante considerar el éxito del equipo al propio lucimiento personal. Pero esta C sólo se logra si cada uno trata de aportar lo mejor de sí mismo, sin triunfalismos personales. El ejemplo más conocido de esta C es la de una operación de transplante de corazón. Todos los participantes son necesarios, deben confiar en el saber hacer del otro y el éxito es conjunto y también el fracaso.
– COMPROMISO
Este es uno de los elementos del trabajo en equipo que se considera emocional y objetivo, ya que cuando uno se compromete con el grupo a dar lo mejor de sí mismo y se integre en él, no solo se potencian los recursos, el trabajo es distinto y tiene otro efecto, genera un sentido y razón de ser del porqué de un logro. El compromiso genera una fuerza cohesionadora en todo el equipo y es la base de todos los demás puntos ya tratados.
Si una persona líder se compromete y sabe que los demás que están en su equipo también lo hacen, habrá confianza, comunicación. El equipo estará más coordinado y se aprovechará mejor la complementariedad de sus integrantes.
Este compromiso no surge de discursos grandilocuentes o de grandes principios en la hoja de cultura empresarial. Es un compromiso diario, cumpliendo con los horarios de las reuniones, por ejemplo, dejando hablar y opinar aunque no guste el contenido, tomando las decisiones en la forma en que se ha decidido hacer. Este compromiso, basado en las pequeñas decisiones cotidianas es el que va generando, poco a poco, como los ladrillos forman un muro sólido, un buen equipo.
Puedes aprender todas estas herramientas con un buen plan de acción, que te ofrezco en mis servicios. Anímate a contactar conmigo.