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descubre tus talentos

Descubre tus talentos

Descubre tus talentos

Cuántas veces hemos oído o leído: “Todo el mundo es un genio en algo” y ¿nos lo creemos?. Tal y como vivimos parece que no. Tuve una profesora que nos repetía: «Descubre tus talentos». Reconozco que cuando se lo oía decir no entendía a qué se refería. Yo pensaba: «Si no sé tocar ningún instrumento, pinto fatal y no sé escribir poesía… ¡qué talento voy a tener!».

Algo he aprendido en todos estos años y es que el talento no es solo artístico (¡menos mal!). Puede ser saber escuchar activamente, tener paciencia y calma en momentos de angustia, saber acompañar en el duelo… o cocinar y montar comidas fantásticas para amigos y familia. ¡Hay tantos talentos repartidos por el mundo!.

Si tuviéramos la certeza de ser un genio en algo seguro que viviríamos de otra manera. Seguramente no nos conformaríamos con muchos aspectos de la vida que llevamos, porque si sabemos que hay un talento extraordinario dentro de mi, tengo que buscar la manera de exteriorizarlo, de darle vida y sacarlo a la luz. Y la vida sería muy diferente.

Pero… ¿eso que implica? A primera vista: trabajo, dedicación, focalización. Dejar atrás algunas partes de la vida que aunque no nos gusten demasiado son cómodas de puro conocidas y disponerme a cambiar, a crear una vida nueva.

Y claro, eso da un poco de vértigo.

Mejor seguir en la rutina, siendo algo anodinos, “que no se note este talento que tengo… no sea que vaya a tener que ponerlo en acción, y a ver a dónde me va a llevar…”

Así vivimos, con miedo, con represión pero la peor que hay, la que nos hacemos a nosotros mismos no dejándonos vivir de la forma que sabemos que nos haría felices… “no sea que no me llegue para pagar la hipoteca.” 

Y no es un reproche… yo soy la primera que vivo así.

La importancia de fluir

Pero hay que aprender a vivir de otra manera. Tenemos que tener el valor de mirar hacia nosotros mismos y escanearnos, preguntarnos qué sabemos hacer bien, qué se nos da de maravilla sin hacer el menor esfuerzo, qué es eso que cuando lo hacemos los demás dicen: “Pero qué bien has hecho esto”.  

Sabemos que es un talento propio cuando eso que hacemos nos lleva a fluir, en esos momentos el tiempo se para, entramos en el estado de flujo, ese del que habla el psicólogo y profesor de Chicago de nombre impronunciable y peor escritura: Mihaly Csikszentmihalyi (léase Cis-zen-mijáli).

Y con esta información que solo uno mismo puede saber, podemos darnos cuenta de qué es lo que hago de una forma especial, que me hace una persona única y valiosa.

Porque de esto va el talento: de valía. Al identiicarlos nuestros talentos nos valoramos porque nos reconocemos como una persona con dones únicos.

Y ¿para qué tenemos este don, este talento? Ponerlo en acción, aplicarlo siempre que pueda para que nuestra vida florezca y adquiera sentido y también, por ósmosis, la de los demás. 

Esto se explica maravillosamente en los últimos minutos de la peli «El festín de Babette». Ella dice «Los artistas nunca son pobres» y también habla de que el talento, los dones, son para hacer felices a los demás. Y de esta forma, poniendo su talento en acción ella se siente feliz y hace felices a los demás, a sus comensales invitados al festín.



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