19 Ene Gestión del tiempo. crea hábitos para mejorarla. (1)

Será cosa del inicio de año pero últimamente he oído repetidamente a clientes y amigos eso de “no tengo tiempo”, alguna vez hasta me lo he oído decir a mí misma. Un propósito de año nuevo es cómo hacer una buena gestión del tiempo que tenemos. Lo percibimos como finito y algo que se escapa entre los dedos. Y también me he dado cuenta de que eso, en realidad, no es cierto. Claro que tenemos tiempo para todo; solo que la vida, tal y como la tenemos organizada está desalineada con nuestro centro, con nuestros valores y por eso pasamos el día ajetreados, corriendo de acá para allá, y llegando al fin del día a pasar un rato delante de la tele para descansar.

Necesitamos cambiar los hábitos para que la gestión del tiempo mejore. Es algo que tenemos que hacer de forma consciente y proactiva.

El tema del tiempo y su gestión ha sido estudiado y analizado en profundidad y no estoy hablando de aprender a manejar una agenda, de ser más eficiente y puntual o de manejar apps como Google Calendar. No, el problema que tenemos con el tiempo es una cuestión de dónde ponemos el foco en el día a día. ¿Cuánto tiempo dedicamos al día a lo que consideramos de verdad importante? ¡un momento! ¿Qué es lo que considero importante?.

Las cuatro necesidades fundamentales

Par ayudarnos a aclarar este punto debemos parar y analizar qué es lo que consideramos nuestra misión en la vida, nuestros valores, principios y la visión, lo que queremos dejar como legado. Todo comienza por aquí, por tener claro estos puntos. Y si lo tenemos claro, será más fácil responder a la pregunta: “¿Qué es lo importante, lo fundamental en mi vida?”.

Tenemos que saber también que en el ser humano tiene cuatro necesidades fundamentales:

Físicas: comida, ropa, vivienda, salud, dinero: seguridad al fin de al cabo.

Sociales: amor, pertenener, reconocimiento, aceptación por los demás, pertenencia.

Mentales: desarrollo personal, aprender, aumentar las habilidades y capacidades.

Espirituales: encontrar el propósito de la vida, la misión y la visión o el legado que se quiere dejar.

En las actividades que se hacen en las que confluyen las cuatro necesidades es en las que se alcanza la paz y la armonía, la felicidad.

Así, cuando actuamos en el día a día de acuerdo con nuestros valores y en actividades que al mismo tiempo están cubriendo estas cuatro necesidades no sentiremos falta de tiempo: el tiempo fluirá porque en todo momento estaremos haciendo algo que de una u otra manera nos satisface y por eso no podemos pensar que “estamos perdiendo el tiempo” o que me falta tiempo para hacer otra cosa, ya que siempre estaré haciendo algo que me satisface.

Por ejemplo, si por mi horario no puedo ir a un gimnasio, ya que después del trabajo tengo que hacer la compra y tareas en casa, puedo decidir que hacer la compra va a ser mi gimnasio personal. Puedo ir andando, llevar las bolsas como si fueran unas pesas, cada movimieno de los brazos que sea una flexión, cada tarro que levanto de la estantería se transforma en una mancuerna. Puedo hacer mindfulness mientras camino, puedo saludar a las personas que me encuentro con una sonrisa y puedo incluso por el camino ir escuchando un podscast sobre algún tema que me interesa que para el que nunca encuentro tiempo. 

La gestión del tiempo si es algo que te preocupa es posible aprenderla con un buen plan de acción para cambiar los hábitos.

Bibliografía: S. Covey, M. Merrill, R. Merrill.  “First things first”. 1996.