18 Feb De sueño a Idea de Negocio

Siempre se dice que las grandes empresas vienen de un sueño. Seguro que es así, pero no todos los sueños llevan a una empresa. Pero, ¿cómo pasar de sueño a negocio?

La idea, los sueños son lo primero que hace falta para emprender, no solo en negocios, en cualquier ámbito de la vida. Pero no vale con tener un sueño y “lanzarse”… ¿a dónde? ¿al vacío?.

No, mi propuesta es ponerse en acción, por supuesto, pero sabiendo cómo, cuándo y dónde. 

He visto muchas personas que tienen un sueño y quieren empezar un negocio sin pararse a mirar si lo que quieren hacer es lo adecuado para ellas, si están preparadas. Sólo con ver un nicho de mercado no es suficiente, hay que ver más allá. 

En este caso, te propongo ver más acá, primero hay que mirarse uno mismo: te explico cómo planteo este camino:

1º: QUIÉN SOY Y CÓMO FUNCIONO:

Autoconocimiento: es imprescindible conocerme, cómo es mi manera de ver el mundo y qué implica, ¿qué filtro tengo para la realidad? Porque queramos o no, todos vemos la realidad de una forma diferente y es importante reconocerlo para poder aprovechar la oportunidad que nos muestra este conocimiento.

Para ello utilizaremos herramientas de autoconocimiento, hay muchas ya creadas y utilizadas desde hace tiempo, como el eneagrama, los impulsores de Kahler, el método Balbin… veremos cuál es el que mejor se adapta a tus necesidades.

También conoceremos cuál es tu sistema representacional: cómo contactas, de qué forma absorbes mejor la información y te comunicas mejor: de forma visual, auditiva o kinestésica, ¿lo sabes ya?.

2º.- ¿CON QUÉ RECURSOS CUENTO para pasar de un sueño a un negocio?

Ahora ya pasamos a buscar y reconocer los recursos con los que cuentas para pasar de sueño a negocio, aunque tal vez todavía no lo sabes. Unos grandes aliados que tienes incorporados y todavía no los conoces: Tus recursos: Además de las piedras angulares de toda personalidad que ya hemos visto, tenemos los recursos internos y externos:

RECURSOS INTERNOS: 

– Tus valores: es la materia prima de la que estamos hechas las personas. Todos hacemos elecciones, reaccionamos, actuamos siempre según nuestros valores. Y si los conozco y los tengo claros, van a ser la palanca sobre los que voy a poder despegar; nunca me van a fallar.

Pero claro, vivimos tan inmersos en nuestro propio mundo que no nos damos cuenta de que funcionamos según estos valores y creencias. Por eso es imprescindible reconocerlos, nombrarlos y ponerlos a trabajar a nuestro favor:

Identificaremos tus valores para que sepas qué es lo que te ha acompañado hasta ahora y si quieres seguir manteniendolos, que si los conoces puedes cambiarlos si quieres.

– Tus logros: antes ya has hecho algo nuevo, ya has emprendido, yas has conseguido algo que querías. Sólo búscalo y aprovecha esa fuerza para lo que necesitas ahora.

– Tus metas: busca cuál es tu misión y tu visión, eso te va a mover más que cualquier cuenta de resultados. Si te alineas con tus metas, tu empresa será imparable.

– Tu para qué: encuentra tu verdadero propósito, la vocación que te llama y a la que no puedes rechazar. 

RECURSOS EXTERNOS: 

– Entorno físico: encuentra tu lugar y donde te encuentras bien. Ese lugar donde te sientes bien y a donde vas a volver para recuperar energía.

– Entorno emocional: encuentra ese grupo, esas personas con las que sientes tú, con las que compartir tus alegrías y tus miedos también. Puede ser la familia, un grupo de amigos, unos compañeros de trabajo, solo hay que mirar alrededor.

– Actividad Flow: el fluir es un concepto que inventó un psicólogo húngaro-americano de nombre imposible. Está demostrado, si haces lo que te gusta el tiempo desaparece. Fluye, te enseño cómo.

– Modelos: busca a qué persona quieres parecerte, analízala, estúdiala, cópiala si es necesario, y tus acciones se convertirán en hábitos que serán costumbres y formas de actuar, te puedes convertir en lo que quieras, si sabes qué es lo que quieres. (con unos límites, no me quieras convertirte en atleta de alta competición si no has corrido 20 metros en tu vida…).

3º.- IDENTIFICAR TU OBJETIVO:

Ya vamos avanzando. Nos hemos conocido y sabemos qué recursos tengo. Ya es el momento de mirar hacia fuera, a ponerle nombre a lo que quiero conseguir:

– Como ya sabes tu propósito y tu para qué puedes saber si tu objetivo está alineado con este propósito… o no.  “Si he descubierto que mi vocación es escribir cuentos infantiles, me encanta hacer sonreir a los niños, soy alegre, me gusta hablar y contar cuentos, tengo imaginación, … pero claro, el local que quiero solo tiene licencia para abrir un bar de copas y seguro que va bien … por favor, ¡no me pongas un bar de copas!” Busca otro local, haz un giro y emprende en lo que realmente quieres… ese es el peligro, que cuando sabes lo que quieres, si has descubierto tu propósito en la vida ya no puedes mirar a otro lado y dejarlo apartado. Te acompañará siempre. Lo siento, es el peligro que corres cuando te conoces.

– Tenemos un objetivo alineado con tu vocación.

– ¿Qué me impide ir a por él?

Normalmente, lo que nos suele paralizar es el miedo. Habrá muchas excusas, pero todas acaban en un miedo: al fracasar, al ridículo, a la ruina económica, al qué dirán los demás… Este miedo está imbricado en las creencias que tenemos. Estas creencias surgen normalmente en la infancia, es el mundo que nos ha rodeado desde que hemos nacido, y como es lo que hemos conocido creemos que siempre es así. Las creencias tienen mala fama, pero no tienen porqué ser siempre malas per se. Si te dicen desde que tienes uso de razón que eres la persona más maravillosa del planeta, esa será tu creencia e irás por la vida siendo la persona más maravillosa. Lo malo es que normalmente se suele escuchar lo contrario: “nunca llegarás a nada, si no estudias serás un indigente, solo se consigue trabajando duro…”. Y están tan insertadas en nuestro cerebro que no nos damos cuenta de que vemos el mundo a través de un sistema de creencias.

No hace falta romperlas todas, solo si hay algo que te impide avanzar y ser feliz, es posible que haya que identificar esa creencia y transformarla en otra, en una creencia potenciadora. Porque queramos o no, siempre vamos a vivir con creencias; incluso si creemos que no hacen falta tenerlas, eso es una creencia. Así que lo mejor es identificarlas y conseguir que sean lo más ayudadoras posible.

Todo esto lo haremos con técnicas de PNL para identificar y cambiar creencias.

Así que lo que hace falta ya es …

4º.- UN PLAN DE ACCIÓN. ¿Cómo pasar de sueño a negocio?

¿Qué haces ahora con este objetivo?. Hacer uso de todos los recursos que tienes y que has podido descubrir y pasar a la acción.

También te acompaño en este proceso, te puedo ayudar a gestionar el cambio que quieres dar, qué acciones, grandes y pequeñas, son las que tienes que hacer y qué resultado esperas de cada una. 

Así que de un Sueño, de no saber si ibas a ser capaz, sales sabiendo cuál es tu propósito en la vida, cuáles son tus recursos, cuál es el objetivo primero que te vas a poner y qué tienes que hacer exactamente para conseguirlo.